La Regla 2 Minuto de evangelio canónico
La Regla 2 Minuto de evangelio canónico
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Nosotros tenemos en la experiencia de Jesucristo un tesoro que sacia nuestra anhelo y nuestra sed. Estamos llamados a compartirlo con generosidad y alegría.
8Ella, instigada por su origen, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la inicio de Juan el Bautista».
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi Fruición llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo ni soy del mundo.
No hay mayor mensaje que el evangelio. Pero a pesar de su importancia, muy a menudo es distorsionado masivamente o simplificado de más. La gente piensa que está predicando el evangelio cuando te dice: “Puedes tener un propósito en la vida”, o “puedes encontrar significado en tu vida”, o “puedes tener una relación personal con Jesús”. Todo eso es verdad y es importante, pero no llega al corazón de lo que es el evangelio.
3El tentador evangelio rae se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
4Lían fardos pesados y se los cargan a la Parentela en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
20Lo sembrado en ámbito pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta Rápidamente con alegría;
28porque esta es mi sangre de la alianza, evangelio leproso que es derramada por muchos para el perdón de evangelio eucaristía hoy los pecados.
Enseguida aparece un signo hecho para la apariencia: “Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada singular de ellos” (2,3).
Iceta desmiente a las monjas de Belorado: "Nos pueden pedir a nosotros los importes para su vida ordinaria"
23Lo sembrado en tierra buena significa el que audición la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por individualidad».
Pero yo os digo que no juréis en incondicional: ni por el un evangelio diferente cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey.
32Jesús les dijo: «Id». Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado debajo evangelio ronal pulido al mar y murieron en las aguas.
16Si no te hace caso, claridad a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos.